Post de la serie dedicada a Cómo ganar amigos de D. Carnegie
¡Hola, hola 😊!¡Bienvenid@ de nuevo !
A estas alturas creo que ya está claro que el “cómo” importa. Y si vas a criticar, aún más. Hoy, Carnegie nos trae una lección sobre liderazgo que puede ahorrarte más de un enemigo.
Vamos al grano: el lenguaje y cómo te expresas lo es todo.
Y no me vengas con que el otro no te ha entendido bien. Porque cuando uno habla, no lo hace para escucharse a sí mismo y quedar bien. Aunque haya muchos que así lo hagan. En general, lo que se pretende es hacer llegar un mensaje. Si el otro no lo entiende, el problema es más tuyo que suyo.
Claro, no todo el mundo recibe la información igual. Y ahí es donde entra Carnegie con sus consejos. Hoy te voy a contar cómo decirle a cualquiera, sin distinción, que la está cagando sin que te odie por ello.
Y para eso, volvemos a la odisea de la reforma del piso que os contaba la semana pasada aquí.
Después de meses de planificación, llega por fin el ansiado “día D”: empieza la obra. Te levantas temprano, con una mezcla de emoción y terror, y recibes a los obreros con tu mejor sonrisa (y café, porque nunca está de más ganarte su simpatía desde el día uno).
A lo largo del día, ves cómo llegan materiales y, golpe a golpe, empiezan a caer paredes. Y todo empieza a tomar forma… o más bien al contrario. Tanto, que llegas a plantearte si te has equivocado.
Y al final de la jornada, echas un vistazo y confirmas tus dudas… y aparecen una repentinas ganas de matar al personal. Tu hogar, tu querida casa arrasada, parece que ha caído una bomba nuclear.
Hay cascotes y escombros por todas partes, tablones tirados como si hubieran sido abandonados en un vertedero, herramientas desperdigadas como si fueran pistas de un crimen y polvo como si un volcán cercano hubiese entrado en erupción… Un auténtico desastre.
Una vez más, tienes dos opciones:
1️⃣ Dar rienda suelta a tu cabreo, poner cara de mier… y gritarles como si estuvieses en mitad de un concierto a las 12 de la noche.
2️⃣ O hacer algo mucho más inteligente. Evitar el "pero" y seguir el consejo de Carnegie.
La lección de Carnegie: El poder de la crítica indirecta.
Y si te digo lo de evitar el "pero", es porque es importante. Lo que te decía al principio sobre la comunicación. Un “pero” anula todo lo que has dicho antes.
Mucha gente cree que empezar con un halago y luego meter un "pero" es buena idea. Error. El "pero" fija la atención en lo negativo y hace que el elogio suene falso.
Volviendo a la obra…
En lugar de soltarles un discurso lleno de “peros” sobre la importancia del orden y la limpieza (que, seguramente, habrían ignorado olímpicamente), decides aplicar la estrategia de Carnegie:
🛑 Regla 2: Llama la atención sobre los errores de los demás indirectamente.
Así que lo recoges todo tu mismo.
Sí, lo leíste bien. Te pones los guantes, agarras una escoba y dejas la obra más ordenada que si por allí hubiese pasado la mismísima Marie Kondo.
Y al día siguiente, cuando llegan a la obra de nuevo, en vez de echarles la bronca, les sueltas con la mejor de tus sonrisas:
"¡Oye, muchas gracias por haber dejado todo tan bien recogido ayer! Se nota que trabajáis con mucha profesionalidad."
Ellos se miran entre sí, con cara de "¿hemos hecho qué?". Pero no dicen nada. Solo asienten y sonríen.
Adivina quién empieza a recoger todos los días al terminar la jornada. Exacto.
Si les hubieras dicho directamente: "Me gusta vuestro trabajo, pero dejáis todo hecho un desastre", el único mensaje que habrían retenido sería “dejáis todo hecho un desastre”. Y lo más probable es que se hubieran puesto a la defensiva o, peor aún, te hubieran ignorado.
Sin embargo, dar por hecho que ya lo habían hecho bien les puso en una situación en la que querían cumplir con esa expectativa. Es la clásica estrategia de hacer que la otra persona quiera hacer lo que tú quieres, en lugar de obligarla.
Esta estrategia no solo funciona con albañiles. Pruébala en tu día a día:
✅ En el trabajo: En vez de decir "Me gusta tu informe, pero hay errores", prueba con "Me gusta tu informe y creo que si revisamos estos detalles quedará perfecto."
✅ En casa: En vez de decir "Deja de dejar los platos sucios", prueba con "Me encanta cuando la cocina está ordenada, le da un ambiente genial a la casa."
✅ Con tu pareja: En vez de "Eres muy bueno, pero nunca bajas la basura", prueba con "Me encanta lo bueno que eres, y si además te encargas de la basura serás imbatible." (Bueno,esta no tengo tan claro que funcione 🤣🤣🤣)
Criticar sin que te odien no es un superpoder, es una estrategia. Usa la crítica indirecta, refuerza lo positivo y dale una patada al "pero".. Y reforzar lo positivo crea un estándar de comportamiento que los demás querrán mantener.
Y si todo falla… hazlo tú mismo y dales las gracias por algo que no han hecho. Verás qué rápido lo empiezan a hacer. Nos vemos 😉
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