¡Hola y bienvenido una vez más! 😊
Estamos en la tercera parte de “Cómo ganar amigos” titulada: Logra que los demás piensen como tú. Hoy seguimos a la carga con una verdad simple que puede que aún no te hubieses planteado:
Regla No. 1: La única forma de salir ganando en una discusión es evitándola.
Como no tengo muchas esperanzas de que vayas a evitar esas discusiones con el cuñao a pesar de lo hablado en el post anterior, vamos a intentar que al menos la sangre no llegue al río y sigas teniendo cuñado para rato. Lo hago por ti, en el fondo sé que le aprecias.
Así que hoy, como Carnegie en su momento, me inspiro en un artículo de Bits and Pieces, publicado por The Economic Press, que daba unas reglas bastante sensatas para manejar el desacuerdo.
Eso sí, los consejos vienen pasados por el filtro de la sabiduría estoica. Porque me gusta el tema y porque, si de algo sabían todos ellos, era de mantener la calma cuando la sangre amenazaba con llegar al río.
Así que, sin más preámbulo, aquí van los nueve mandamientos de la supervivencia en el arte de discrepar sin morir en el intento:
1. Acepta el desacuerdo.
"No te preocupes si los demás no comparten tu opinión; todos tenemos nuestras propias ideas sobre la verdad."
-Séneca-
No es tan difícil. A pesar de tu sabiduría innata, acepta como normal que otros piensen diferente. No te tires de los pelos por ello; lo raro sería lo contrario.
2. Desconfía de tu primera impresión instintiva.
“No dejes que la intensidad de una primera impresión te arrastre al golpearte. Responde así cuando llegue: -espérame un poco, impresión, deja que vea quién eres y que representas, deja que te ponga a prueba-”
-Epícteto-
Antes de saltar a la yugular, cuenta hasta diez. Si Sergio Ramos puede (contar hasta 10), tú también.
3. Controla ese carácter tuyo.
“Cuanto más cerca esté un hombre de una mente calmada, más cerca estará la fuerza”
-Marco Aurelio-
Es solo tu cuñado, y tú no eres Topuria. O al menos no deberías serlo si buscas un resultado distinto al KO de la otra parte.
4. Escucha primero.
"Recuerda que escuchar es parte de la razón. Nadie ha llegado a ninguna gran verdad sin antes aprender a escuchar bien."
-Marco Aurelio-
Lo sé, escuchar parece fácil… hasta que tienes que escuchar al cuñao. Sé que es un acto de fe, pero créeme, en esto sí hay beneficio.
5. Busca áreas de acuerdo.
"La paz y la armonía valen más que la victoria en una disputa."
-Séneca-
Ya lo dijimos, es mejor ser feliz que tener razón. Y seguro que hay algún punto de felicidad común.
6. Sé honesto.
"Si alguien puede probarme que pienso o actúo de manera incorrecta, cambiaré con gusto. Busco la verdad, que nunca ha perjudicado a nadie."
-Marco Aurelio-
Entre que no eres infalible, que un reloj estropeado da la hora bien 2 veces al día y que hasta Tezanos acertó una vez, no te queda otra que aceptarlo. Y sí, sé que es tu cuñado y que es duro. Incluso humillante. Pero alguna vez... puedes ser tú el que está equivocado.
7. Promete pensar en las ideas de tu oponente y estudiarlas cuidadosamente.
"Acepta de buen grado los puntos de vista y opiniones de los demás, si son razonables, y úsalos sabiamente. Pues somos una sociedad de seres racionales y debemos trabajar juntos como tal."
-Marco Aurelio-
Que sí, que te cae fatal. Pero esto no va de eso. Si algo suena sensato y tiene razón… sería de muy cuñado no aceptarlo.
8. Agradece sinceramente a tus oponentes por su interés.
"Recuerda que cada persona en tu vida te ha dado algo valioso, ya sea una lección o un momento de apoyo. Agradéceles, pues todo tiene su valor."
-Epícteto-
Antes de irte, dale un abrazo, hombre. Con un poco de práctica, igual puedes evitar el “¿te lo dije?” la próxima vez.
9. Pospón la acción para dar tiempo a ambas partes para pensar en el problema.
“La razón da tiempo a cada parte para presentar sus argumentos; además, pide un aplazamiento para tener tiempo suficiente para descubrir la verdad (…)”.
-Séneca-
Y si todo ha fallado y tu cómplice te empieza a dar patadas por debajo de la mesa, recuerda que un aplazamiento estratégico puede enfriar los ánimos y cambiar las perspectivas.
Poniéndonos un poco más serios, recuerda estos consejos, porque la discrepancia existe y existirá, e incluso es sana y necesaria.
Dice Carnegie en el libro que “Cuando dos socios están de acuerdo, uno de ellos no es necesario.” Así que pon un cuñado en tu vida y trátalo con cariño. Ya decía Séneca que “es agradable ser importante, pero es más importante ser agradable.”
PD1: quizás este no es el post más “fino” como para recomendar “Vida en Cápsulas” (grandes aprendizajes sobre salud, mujer y menopausia, para todos los públicos) de Jeniffer S. Pero su post de Halloween no tiene despedicio y si espero se me pasaría el arroz. Siempre es tarde para recomendar una buena lectura:
Gracias.