Post de la serie dedicada a El hombre + rico de Babilonia de GS. Clason
¡Hola de nuevo 😊!
Vamos al grano, que hoy todos tenemos prisa y, total, tu tiempo es oro... y es posible que sea el único “oro” que tienes 😝.
Empecemos con algo incómodo (que me encanta): ¿te hace feliz esa camiseta que compraste con tanta ilusión y que ahora está criando polvo en el fondo del armario? Seguro que sí... especialmente porque te costó una pasta y nunca la usaste.
Lo sé y lo siento (o no). Hoy, que te levantaste con ganas de comerte el mundo (o al menos tu desayuno), vengo a tocarte las narices bien temprano. Pero dime: ¿estás seguro de que usas bien tu dinero?
No me malinterpretes, no quiero meterme en tu vida, no soy tu madre y mucho menos tu suegra. Pero, seamos realistas: todos hemos tenido un "momento genio" en el que algo nos pareció absolutamente imprescindible… como para comprarlo y no usarlo nunca.
Hola, utensilio de cocina de última generación. Hola, zapatillas de edición limitada. Hola, cuota anual del gimnasio (maldito mes de enero), ese que no pisas desde el mismo día que la pagaste.
Si te sientes identificad@, este post es para ti 😜.
No me voy a ir (más) por las ramas. Todos caemos en gastos innecesarios. Bueno, tú no, claro. Seguro que tú eres la excepción. Pero los simples mortales como yo y el resto del mundo sí que nos dejamos llevar por las compras compulsivas.
Pero aquí va la parte buena (ya sabes, siempre positivos): cada gasto innecesario es un recordatorio de que siempre existe una oportunidad de ahorrar.
Y por eso estamos aquí, para hablar del primero de los 7 trucos de oro que Arkad, el hombre más rico de Babilonia, les enseñó a sus paisanos:
Gasta menos de lo que ganas.
Controla tus gastos.
Haz que tu dinero trabaje para ti.
Evita las pérdidas.
Tener casa propia.
Asegura tus ingresos futuros.
Desarrolla tus habilidades.
Es tan obvio y tan básico que casi duele admitirlo, pero aquí va la verdad universal que casi todos preferimos ignorar. La clave del éxito financiero comienza guardando una parte de lo que ganas.
Arkad lo explicaba con una metáfora muy clara: si todos los días entran más huevos de los que salen, el cesto nunca estará vacío. El problema (bendito problema) sería más bien al contrario: dónde guardar tanto huevo. Pero, claro, no hemos venido aquí a hablar de gallinas ni de tortillas. Vamos al meollo.
¿Y cómo aplicarlo? La idea es sencilla: antes de gastar tu dinero en lo que "necesitas" (guiño, guiño), aparta un 10% para ti. Antes, sí. Lo primero de todo. Un 10% para tu futuro, tus sueños, tu independencia.
Arkad propuso esta cifra porque es suficiente para marcar la diferencia sin que te amargues en el intento. Pero puede ser un 10%, un 5% o un 20%. Lo importante no es la cantidad, sino el hábito.
Ese 10% no te dejará sin cenar ni te hará vivir bajo un puente. Es posible que ni lo notes. Pero lo que sí hará es darte opciones: tranquilidad, control y, con el tiempo, un colchón para construir algo más grande. En resumen, te dará independencia.
Y aquí vuelvo a la camiseta esa de tu armario que nunca usaste y ahora ya se pasó de moda. O te viene pequeña. ¿Cuántas cosas compras que en realidad no necesitas? Una suscripción que ni recuerdas, cafés diarios en el bar que podrías ahorrarte, o... elige tú mismo.
Ojo, que no te estoy pidiendo que te vuelvas un mártir del ahorro. La vida hay que disfrutarla, claro. No voy a hacer apología del “lonchafinismo” que tanto gusta a mi amiguete emgocor. Cada uno que viva como quiera y ahorre en lo que pueda.
Pero seamos sinceros: por pereza, distracción o por no pararte a pensar, todos caemos en gastos innecesarios. Y aquí es donde empieza el ahorro: no se trata de privarte, sino de fijarse, de ser consciente.
Porque insisto, el ahorro no es una cifra mágica: es un hábito. Empieza con lo que sea, con algo. Quizá al principio te parezca poco, pero ahorrar, como el comer y el rascar, todo es empezar 😝.
Como decía Arkad: “No importa cuánto ganes, sino cuánto te quedas.”
Así que, la próxima vez que estés a punto de hacer una compra impulsiva, detente. Pregúntate: "¿Realmente necesito esto? ¿O puedo empezar a llenar mi bolsa en su lugar?"
Spoiler: la mayoría de las veces, la respuesta será un rotundo "puedo llenar mi bolsa."
Y si necesitas una motivación extra, haz caso a los que han estudiado sobre el tema:
Es más importante tener independencia económica y control sobre tu dinero que demostrar status.
“El millonario de la Puerta de al Lado” - Thomas J. Stanley y William D. Danko
Nos vemos…
PD1: si te está gustando el libro puedes adquirirlo aquí: