Post de la serie dedicada a El hombre + rico de Babilonia de GS. Clason
¡Hola de nuevo 😊!
Sí, tú, el que sueña con tener la cartera llena pero sigue esperando un milagro en lugar de mover el trasero. ¿Que no te ha tocado la lotería y has vuelto a la carrera de la rata? Suele pasar, bienvenido al club.
Hoy traigo un “secreto a voces” que podría servirte. No es fácil, ni rápido, pero funciona: la educación financiera transforma vidas. Y, si te lo propones, también la tuya.
Sin embargo, parece que los que organizan nuestro sistema educativo opinan lo contrario. Por eso salimos de la escuela —e incluso de la universidad— sabiendo resolver integrales complejas o desentrañar a Nietzsche, pero sin la menor idea de qué es una hipoteca.
De promover el ahorro y de la gestión de ese dinero ahorrado, ya ni hablamos. ¿Acciones? ¿Fondos indexados? Ni siquiera un triste plazo fijo… ¿pero eso “qué es lo que es” 🤷♂️?
¿Por qué será que siempre están ahí ellos, para salvarnos? Nuestros dirigentes, digo. Pero eso sí, nos prefieren ignorantes. Es decir, dependientes de ellos. Menos mal que nos queda la curiosidad, las permanentes ganas de aprender y las enseñanzas babilónicas. 🤣
La Babilonia que sabía enseñar.
Pero parece que no siempre fue así. Cuenta el libro que en la antigua y rica Babilonia, su majestad también estaba inquieta por la desigual distribución de la riqueza en su reino.
En aquella época, tras un período de bonanza económica, unos pocos, como Arkad, habían acumulado montañas de oro, mientras la mayoría lo había gastado todo y luchaba por subsistir.
Reconociendo su majestad que estos pocos habían adquirido su riqueza de forma justa, mediante esfuerzo y sobre todo en base a un conocimiento que otros no tienen, el rey opta por una solución visionaria.
¡Expropiaciones! Un adelantado a nuestra época. Total, simplemente que pierda tiempo en analizarlo ya tiene su mérito, bien es sabido que la riqueza solo viene del robo, ¿no? 🤯
¡Que no, es broma, cómo va a ser eso! 😝 En lugar de gravar o expropiar el ahorro, su majestad decide educar. ¿Cómo? Lo que oyes. Decide promover la educación financiera entre sus súbditos para que, por sí mismos, puedan optar a la riqueza.
Es decir en lugar de hacer lo típico —culpar al universo y machacar a impuestos y redistribuir riqueza como si fueran cartas de póker-, decide hacer algo revolucionario: formar a sus ciudadanos para que creen su propia riqueza.
Llámale loco, pero su ambición era igualar por arriba, en la riqueza; no por abajo, en la miseria. Y para ello tiene una idea brillante: aprovechar el conocimiento del más rico de todos.
Arkad no nació rico; era un tipo común, con cero conexiones y una bolsa tan vacía como la tuya después del Black Friday o el Día de Reyes. ¿Cómo llegó a ser el hombre más rico de Babilonia? Pues ya os lo he contado varias veces por aquí.
Así que le solicita que comparta su sabiduría con cien ciudadanos durante siete días, enseñándoles cada día una estrategia para "llenar la bolsa". Esta iniciativa busca empoderar a la población, brindándoles las herramientas necesarias para generar riqueza por sí mismos.
Las 7 normas de Arkad
Y estas son las 7 normas que Arkad decide transmitir, de las que ya iremos hablando:
Gasta menos de lo que ganas.
Controla tus gastos.
Haz que tu dinero trabaje para ti.
Evita las pérdidas.
Tener casa propia.
Asegura tus ingresos futuros.
Desarrolla tus habilidades.
Porque la prosperidad no es un privilegio reservado para unos pocos; está al alcance de quienes se esfuerzan por alcanzarla. No esperes a que la fortuna toque a tu puerta por casualidad. Empieza por lo básico: lee sobre finanzas, invierte en tu educación y comprométete con el proceso.
No es un golpe de suerte; es una elección diaria. ¡Ponte en marcha y demuestra de qué estás hecho! 💪💰
Así que ya sabes, lee, piensa, invierte. Nos vamos viendo por aquí.
Naval Ravikant nos dice “Gana con las inversiones mientras duermes, porque si no, trabajarás toda tu vida.”
PD1: Bonus Track: Naval Ravikant, un Arkad de nuestro tiempo
Naval Ravikant es, en esencia, un Arkad moderno. Su historia empieza en Delhi, India, donde nació en un entorno humilde. Siendo niño, su familia emigró a Nueva York en busca del famoso sueño americano.
Pero el sueño vino con su dosis de pesadillas: su padre trabajaba en una ferretería hasta que la familia se desintegró y Naval creció con su madre, quien tuvo que hacer de todo para sacarlos adelante, sobreviviendo en condiciones que no tienen nada de glamuroso.
¿El resultado? Una infancia marcada por la precariedad. Pero Naval, como Arkad, no se quedó en el "no puedo". En lugar de buscar excusas, buscó oportunidades. Con curiosidad insaciable, se convirtió en un lector obsesivo, absorbiendo todo lo que podía sobre finanzas y negocios.
Vamos, que entendió que la riqueza no empieza con dinero, sino con conocimiento.
Años después, como fundador de AngelList y uno de los inversores más respetados del mundo, Naval no solo es inmensamente rico, sino que comparte su conocimiento financiero con el mundo.
¿Una de sus frases más célebres? “Busca riqueza, no dinero ni estatus. La riqueza es tener activos que ganan mientras duermes.”
Si lo piensas, ¿qué es "llenar una bolsa" en el siglo XXI? Aprender a invertir, emprender o incluso entender cómo hacer que tu dinero trabaje para ti. Es el mismo principio de Arkad, solo que con gráficos y aplicaciones en lugar de pergaminos.
Por cierto, si no lo conoces, su almanaque es un must:
PD2: si te está gustando el libro puedes adquirirlo aquí: