¡Hola, amig@ 😊!
Te hablo a ti, que seguramente estás hasta los mismísimos de trabajar, trabajar y... ¿para qué? Para vivir al día, para pagar facturas y, con suerte, para sobrevivir.
Pero no te preocupes, no estás sol@ en esto. Y aquí va un secreto: de la carrera de la rata, se sale. Créeme. No es fácil, no hay recetas instantáneas ni gurús con soluciones mágicas de Instagram. Pero con disciplina, persistencia y dando los pasos adecuados, se puede.
Mira, cuando Bansir y Kobi fueron a pedir consejo a Arkad, el hombre más rico de Babilonia, este les contó que él también empezó en las trincheras. Trabajaba de escriba, luchando para llegar a fin de mes. Igual que tú. Igual que yo.
Hasta que un día un cliente suyo, un tal Algamish, le soltó la pregunta que cambiaría su vida:
"¿Te pagas a ti mismo?"
Ups. Un momento... ¿Cómo es eso? ¿Qué quieres decir? ¿No es lo que sucede al recibir mi sueldo?
Pues no. Algamish le explicó que pagarse a uno mismo significa apartar un porcentaje de tus ingresos para ti antes que para nadie más: ni para el zapatero, ni para el panadero, ni para la última camiseta de rebajas que "necesitas". Ese pequeño ahorro es el principio de todos los principios.
Y es el comienzo porque: “La riqueza, como el árbol, crece de una semilla. La primera moneda que ahorres será la semilla que hará crecer el árbol de tu riqueza. Cuanto antes plantes la semilla, antes crecerá el árbol.”
Y ojo, aquí está la guinda del pastel: la persistencia, el insistir, el poder de la repetición. Lo que lo hace todo:
“Cuanto más fielmente riegues y abones tu árbol, antes te refrescarás bajo su sombra.”
Cada euro que ahorras puede trabajar para ti. Y si lo haces bien, esos euros se reproducen, y los nuevos euros también trabajan. Es el famoso interés compuesto, esa "octava maravilla del mundo" que decía Einstein: “Aquel que lo entiende, gana dinero; aquel que no, lo paga.”
Te pongo un ejemplo sencillo. Imagina a dos hermanas mellizas, Laura y Marta, idénticas pero diferentes. A los 20 años, consiguen su primer trabajo. Ambas viven en casa de sus padres y disfrutan de esa época idílica de ingresos sin gastos (para quien puede, claro; un ejemplo como cualquier otro).
Aunque ambas son muy parecidas y están deseosas de “vivir la vida”, hay un pequeño detalle, sin importancia aparente, que las diferencia.
Marta gasta todo lo que gana: ropa, cenas, viajes y ni un euro en su cuenta de ahorro. Laura hace casi lo mismo: ropa, cenas y viajes. Pero decide hacer el esfuerzo de ahorrar 100 euros al mes.
Nada espectacular, solo eso. Pero una decide sacrificar placer presente porque cree que ese sacrificio puede proporcionarle bienestar futuro. No es una cuestión de poder o no. Es una cuestión de visión, de preferencias.
Avanzamos en el tiempo. Laura no solo ahorra, sino que invierte su dinero con un interés del 6% anual (que no es ciencia ficción, pero pongamos un rango de ±2%). A los 65 años, su ahorro mensual de 100 euros se ha convertido en más de 275.000 euros.
Marta, por su parte, llega a la misma edad con una cuenta bancaria que parece un desierto: vacía.
¿Qué pasó? Simple: mientras Laura dejó que el interés compuesto hiciera magia, Marta gastó sin pensar en el futuro. Que igual no te parece mucho, pero creo que el esfuerzo merece la pena.
Te doy datos:
Es decir, 100€ al mes, empezando desde 0€ durante 45 años le darían:
Al 8% anualizado: €527,453.99
Al 6% anualizado: €275,599.26
Al 4% anualizado: €150,946.97
Conclusión: Laura acaba bajo la sombra de su propio árbol; Marta, buscando sombra ajena.
Lo que viene a decirnos este nuevo episodio babilónico es que, si no cuidas tu dinero, nadie más lo hará por ti. Págate primero. Es la regla de oro, no un capricho. ¿Que no te alcanza? Pues ajusta tus lujos, no tu ahorro.
Y segundo: no dejes ese dinero dormido en el banco o escondido bajo el colchón. Gestiona tus ahorros, invierte, haz que trabajen por ti e intenta que se multipliquen.
Porque, al final, el dinero bien gestionado no solo te da tranquilidad. Te da libertad. Y si esa palabra no te motiva, quizás es que estás demasiado cómodo en la jaula, dando vueltas a la rueda…
Decide hoy. No hay puntos intermedios entre Laura y Marta. Aunque sea con un pequeño paso: con el famoso 10% de los ingresos que predica Arkad, o con un euro menos de café al día.
PD: Deja de buscar excusas. La carrera de la rata tiene salida, pero es algo que nadie puede hacer por ti.
Tu yo del futuro, con xxx.000 euros más, te lo agradecerá. Y tu yo actual... bueno, que aprenda a disfrutar del camino, sea cual sea. 😜
PD1: el paso 1 es ahorrar hazle caso a Arkad.
El paso 2 aprender a gestionarlo. Aquí tienes 3 sitios donde podrás aprender a hacerlo:
El foro de emgocor: QualityandAlpha
El foro y la newsletter de Luis Álvarez: Cazadividendos
El mejor sitio substack para aprender de estas cosas: Vivirtiendo
PD2: si te está gustando el libro puedes adquirirlo en este enlace: