¡Hola, espabilado 😉!
Hoy viajamos hasta la Sudáfrica del apartheid, allá por las décadas de los 70-80. Ahora imagínate esto: un niño callado, pequeño para su edad, en un mundo donde la ley de los más fuertes no era solo una frase, sino el pan de cada día.
Ese niño era el blanco perfecto para llevar el desayuno a los matones de turno a cambio de no comerse dos galletas. Y ojo, que lo sufrió en sus propias carnes. Poca broma ahí.
Con este panorama, solo tenía dos opciones para sobrevivir en un mundo hostil: ponerse al nivel de los “animalitos de bellota” o buscar otra salida. ¿Qué hizo? Optó por lo segundo: usar su tiempo sabiamente y aprender más rápido que los demás.
Manos a la obra. A los 9 años ya se había devorado toda la biblioteca local. Literalmente, no quedaba ni un cómic por leer. Y como eso le sabía a poco se puso con la Enciclopedia Británica. Sí, toda. Página por página. Tanto leyó que su familia empezó a sospechar que tenía problemas de audición, porque vivía en su mundo.
Sí, lo que oyes. Desde los 9 años, Elon devoraba manuales de programación y leía todo lo que caía en sus manos sobre ciencia, historia y economía. Aprendió a no esperar a que el sistema educativo le enseñara lo que necesitaba.
Y esta costumbre de formarse sin depender de nadie sería la clave de su éxito. Cuando soñaba con cohetes espaciales, ¿qué hizo? ¿Esperar a que un profesor le explicara? No. Compró manuales de ingeniería y se puso manos a la obra.
Elon, de apellido Musk, este chaval sudafricano, no tenía ni fortuna heredada ni un plan maestro, pero sí algo que cambiaría su destino: unas ganas insaciables de aprender y cero tiempo que perder.
El resto es historia: PayPal, Tesla, SpaceX... ¿Un genio o un loco? Eso lo dejo a tu criterio. Pero de algo no hay duda: sabe aprovechar su tiempo mejor que tú y yo juntos.
Hoy, algunos lo consideran un visionario; otros, un empresario polémico, despiadado y peligroso. Pero lo que nadie puede negar es que su historia demuestra esto: si gestionas bien tu tiempo y te formas constantemente, puedes transformar tu vida.
De vuelta a Babilonia: el tiempo
Lo sé, el caso de Musk es muy, muy extremo. Pero viene a cuento para hablarte de la primera visita que los amigos de Arkad le hacen en El hombre más rico de Babilonia.
Van a pedirle consejo para escapar de la famosa carrera de la rata. ¿Y qué les dice Arkad? Que todos tienen tiempo, pero no todos saben usarlo. ¿Cómo? ¿Solo es eso? Tranquilo, que seguimos.
Arkad, el hombre más rico de Babilonia, no nació con privilegios ni padrinos. Pero tampoco se conformó con su destino. Decidió buscar la fórmula para una vida mejor. ¿Cómo lo hizo? Utilizando adecuadamente el recurso más democrático: el tiempo. Y, claro, estudiando.
Él mismo admite:
“Siendo hijo de un humilde comerciante, ni tenía riquezas ni era especialmente dotado. Así que decidí que si quería obtener lo que deseaba, necesitaría dedicar tiempo y estudio.”
Ahí está la clave: tiempo y estudio. Pero claro, tú podrías decir: "Yo no tengo tiempo". Y aquí es donde entra Séneca, que tiene una frase perfecta para grabarte a fuego:
“No es que tengamos un tiempo breve, sino que lo desperdiciamos en cosas fútiles.”
Séneca tiene razón, porque probablemente estás gastando horas en redes sociales, cotilleos inútiles o tareas sin impacto. Al final, todos hacemos tiempo o hueco para las cosas que consideramos importantes. Es solo cuestión de prioridades.
Mientras tanto, Elon Musk está diseñando su próximo cohete.
La formación no es opcional, es tu salvavidas
Añadimos aquí el otro ingrediente del éxito: formarte constantemente. Lo sabía Arkad, lo aplica Musk. Y Naval Ravikant, uno de los pensadores más influyentes de estos días, nos cuenta algo para repetirnos hasta la saciedad:
“Lee, aprende, invierte en ti mismo. El conocimiento compuesto tiene más interés que cualquier cuenta bancaria.”
De nuevo, no es magia. Tampoco son tus impuestos 😆. Insisto: todos sacamos tiempo para lo que nos importa. Si no estás avanzando, probablemente sea porque tus prioridades van por otro lado.
Que tampoco pasa nada, oye. Puedes seguir con excusas y esperar que alguien te resuelva la vida. Pero, en un mundo donde nadie regala nada, igual no es la mejor estrategia. Si quieres prosperar, necesitas convertirte en un eterno aprendiz.
¿Qué harás con tu tiempo?
Este post no es para que te sientas mal (bueno, un poquito sí). Es para que entiendas que lo que haces con tu tiempo importa.
Si Arkad pasó de ser un hijo de comerciante a millonario, y si Musk aprendió ingeniería espacial por su cuenta, ¿qué te impide a ti dar el siguiente paso?
Ya sea leyendo libros, viendo tutoriales o haciendo un curso, lo importante es que empieces hoy. Porque mañana, cuando revises tus redes sociales por décima vez, ese minuto perdido no volverá. Como dijo Séneca:
"No importa cuántos años más tengas, si sigues desperdiciándolos, nunca serán suficientes."
Recuerda, en esta vida hay cosas que nadie puede hacer por ti.
Nos vemos en el siguiente post. 😉
PD1: ¿Ya conoces el foro de inversión que lidera mi amigo Emilio? 👇🏻👇🏻
Muy buena reflexión!
Buenos consejos. Gracias 😊