¡Bienvenido de nuevo 😊!
Comenzamos con las seis maneras de agradar a los demás que os resumía en el post anterior y que nos cuenta D. Carnegie en su libro “Cómo ganar amigos”.
Hoy te toca reflexionar sobre la Regla No. 1 de esta segunda parte:
Regla No. 1: Interésese sinceramente por los demás.
Pero antes de entrar en materia, y como no podía ser de otra manera, tengo una historia que contarte.
Hoy me voy a poner profundo. Otra vez… pero poco. ¿Te suena la historia de Hachiko? Sí, el perro de la película Siempre a tu lado, ese que te hizo llorar como un niño cuando la viste (aunque lo niegues).
Por si acaso, te refresco la memoria. Hachiko, era un perro que acompañaba todos los días a su dueño a la estación de tren. Y allí que lo esperaba para, simplemente, darle la bienvenida a su regreso del trabajo. Hasta que, un día, su dueño no volvió.
Ese afortunado hombre, falleció de forma repentina. Pero eso no detuvo a Hachiko. Durante casi diez años, el perro siguió yendo a la estación todos los días para esperar a alguien que nunca regresaría. Diez años. Y tú nervioso porque tardan cinco minutos en contestarte un whatsapp.
Lo que Hachiko hizo, sin pedir nada a cambio, fue pura lealtad. Se interesaba sinceramente por su dueño, sin esperar una recompensa. Simplemente estaba ahí, interesado de verdad, sin exigencias.
Ya sé lo que estás pensando: "Bueno, claro, es un perro. Los perros no tienen nada más que hacer." Pero ahí está lo curioso, ¿no?. Piénsalo bien. El perro se gana el sustento solo con demostrar su cariño por su dueño.
No te preocupes, no vamos a entrar en debates filosóficos entre especies. Esto no va de ser un perro o un humano sino de cómo te interesas por los demás. Porque como dice Carnegie: "Puedes ganar más amigos en dos meses interesándote sinceramente por los demás que en dos años tratando de que los demás se interesen por ti".
¿Y qué haces tú? Pues eso, lo contrario. Te pasas dos años hablando de ti, de tus grandes logros, de lo bien que te ha ido en la vida. Ojo, no te culpo, todos caemos en lo mismo. Hasta el punto que una de las palabras más repetidas en cualquier conversación es "yo". Y sí, también la repites tú.
Y ahí está el problema: a nadie le importa tanto tu vida como a ti mismo. Pero, ¿y los demás? Pues sorpresa: les importa un pimiento. Bueno, no seré cruel, es solo que tampoco les importa tu vida tanto como te crees. Porque están ocupados en lo suyo. Igual que tú. Igual que yo.
Es decir, queremos que los demás se interesen en nosotros, que nos presten atención, que nos escuchen… pero no estamos dispuestos a hacer lo mismo por ellos. Sí, ahí está el truco. Nos interesan los demás cuando se interesan por nosotros. Así que, para ganar amigos (y no hablo de Facebook), tienes que dejar de ser el centro del universo por un rato.
Interésate sinceramente por los demás. Pregunta cómo están, pero de verdad. No esa pregunta de cortesía que sueltas mientras ya estás preparando tu discurso. No. Pregunta, escucha, y no interrumpas con tu gloriosa anécdota
Tampoco es cuestión de fingir. Aquí no valen las estrategias de "voy a preguntar solo para quedar bien". La gente, aunque no lo creas, se da cuenta cuando estás simplemente esperando tu turno para hablar de ti. Se trata de preocuparte sinceramente por lo que los demás están pasando.
Deja de ser ese pesado que siempre está hablando de sí mismo e igual hasta te conviertes en alguien con quien la gente realmente quiere estar. Aplícalo, la próxima vez que estés en una conversación, en lugar de soltarte el rollo de tu última aventura épica, cállate un rato y escucha.
Pregunta algo, pero no por preguntar. Hazlo con interés. Porque, al final del día, lo que todos queremos es sentirnos escuchados. Si puedes dar eso, habrás ganado mucho más que contando tu vida por enésima vez.
Nunca olvides que un verdadero interés en la otra persona es la cualidad más importante que puede tener un vendedor. O, en realidad, cualquier persona.
Para concluir añadiré una última cosa. Bueno, yo no, él. Carnegie. “El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene la mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás.”
Nos vemos en tu siguiente post…
PD1: Hace poco conocí virtualmente a Juan. Un tío con un montón de inquietudes y una forma diferente de pensar. Como tú y como yo.
Y como no puede guardarse ni una reflexión, lo plasma todo en una newsletter que te hace replantearte hasta cómo te atas los cordones. Útil, interesante e incluso un poco adictiva.
Además tiene preparado un detalle para que empecéis con buen pie. Échale un ojo y suscríbete aquí 👇🏻
PD2: Si te está gustando el libro, puedes comprarlo aquí: